¡Una revelación…!

Hoy, buscando imágenes en la red encontré esta bellísima flor. La saqué y después intenté descubrir que flor es... y es... el ceibo o erythrina crista-galli, un árbol de madera blanda y liviana que crece en lugares inundables y busca para crecer los márgenes de las corrientes de agua que cruzan Uruguay, Argentina, Brasil y Paraguay.

Pero lo que me encantó fueran dos leyendas muy hermosas...

LA FLOR DE CEIBO

«Me lo dijo un indio viejo y medio brujo que se santiguaba y adoraba al sol:  "Los ceibos del tiempo en que yo era niño no lucían flores rojas como hoy. Pero una mañana sucedió el milagro - es algo tan bello que cuesta creer - con la aurora vimos al ceibal de grana, cual si por dos lados fuera a amanecer.

Y era que la moza más linda del pago, esperando al novio toda la velada, por entretenerse se había pasado la hoja del ceibo por entre los labios. Entonces los ceibos como por encanto, se fueron tiñendo de rojo color..." Tal lo que me dijo aquel indio viejo que se santiguaba y adoraba al sol. »

Canción Del Árbol Del Olvido

(Fernán Silva Valdés)

En mis pagos hay un árbol,

que del olvido se llama,

al que van a despenarse, vidalitay,

los moribundos del alma.

Para no pensar en vos,

bajo el árbol del olvido,

me acosté una nochecita, vidalitay,

y me quedé bien dormido.

Al despertar de aquel sueño

pensaba en vos otra vez,

pues me olvidé de olvidarte, vidalitay,

en cuantito me acosté.

 

Y la leyenda de la indiecita Anahí

Esta leyenda cuenta que esta flor es el alma de la Reina India Anahí, la más fea de una tribu indomable que habitaba en las orillas del Río Paraná. 

Pero Anahí tenía una dulce voz, quizás la más bella oída jamás en aquellos parajes, además era rebelde como los de su raza y amante de la libertad como los pájaros del bosque. 

Un día fue tomada prisionera, pero valiente y decidida, dio muerte al centinela que la vigilaba.

En ese mismo momento, quedó sellado su destino para siempre: condenada a morir en la hoguera, la noche siguiente, su cuerpo fue atado a un árbol de la selva, bajo y de anchas hojas. 

Lentamente, Anahí fue envuelta por las llamas. 

Los que asistían al suplicio, comprobaron con asombro que el cuerpo de la reina india tomaba una extraña forma, y poco a poco se convertía en un árbol esbelto, coronado de flores rojas.

La leyenda transformada en canción

ANAHÍ (CANCIÓN PARAGUAYA) 

Anahí...

las arpas dolientes hoy lloran arpegios que son para ti

recuerdan a caso tu inmensa bravura reina guaraní,

Anahí,

indiecita fea de la voz tan dulce como el aguaí.

Anahí, Anahí,

tu raza no ha muerto, perduran sus fuerzas en la flor rubí.

Defendiendo altiva tu indómita tribu fuiste prisionera

Condenada a muerte, ya estaba tu cuerpo envuelto en la hoguera

y en tanto las llamas lo estaban quemando 

en roja corola se fue transformando... 

La noche piadosa cubrió tu dolor y el alba asombrada

miro tu martirio hecho ceibo en flor.

Anahí, 

 las arpas, dolientes hoy lloran arpegios que son para ti

recuerdan a caso tu inmensa bravura reina guaraní,

Anahí,

indiecita fea de la voz tan dulce como el aguaí.

Anahí, Anahí,

tu raza no ha muerto, perduran sus fuerzas en la flor rubí.

(Leyenda de la flor del ceibo)

El 23 de diciembre de 1942, el Poder Ejecutivo Nacional de Argentina, mediante el Decreto Nº 138.974, consagró oficialmente, el ceibo como la Flor Nacional.

 

Hoje, procurando imagens na net, encontrei esta belíssima flor. Copiei-a e de seguida tentei descubrir que flor é... O ceibo ou erythrina crista-galli, é uma árvore de tronco frágil e fino que cresce em lugares próximo de água e procura para crescer as correntes de água que cruzam o Uruguay, a Argentina, o Brasil e o Paraguay.

Mas o que me fascinou foram as lendas à sua volta...

A FLOR DE CEIBO

«Disse-me um índio velho e meio bruxo que se benzia e adorava o sol: "os ceibos do tempo em que eu era criança não tinham flores vermelhas como hoje. Mas uma manhã aconteceu o milagre - é tão bonito que custa a acreditar - com a aurora vimos o ceibal de semente, como se fosse amanhecer por dois lados. É que a moça mais bonita da povoação, esperando o namorado toda a tarde, para entreter-se passou a folha do ceibo por entre os lábios. Então, os ceibos como que por encanto, foram-se tingindo de vermelho..." Tal como me disse aquele índio velho que se benzia e adorava o sol. »

Canção da árvore do esquecimento

(Fernán Silva Valdés)

Na minha povoação há uma árvore,

que do esquecimento se chama,

onde vão despentear-se, vidalitay,

os moribundos da alma.

Para não pensar em vós,

debaixo da árvore do esquecimento,

deitei-me uma noite, vidalitay,

e adormeci profundamente.

Ao despertar daquele sonho

pensava em ti outra vez,

pois esqueci-me de esquecer-te, vidalitay,

e rapidamente me deitei.

E a lenda da índia Anahí

Esta lenda conta que esta flor é a alma da Rainha índia Anahí, a mais feia de uma tribo indomável que habitava nas margens do Rio Paraná. 

Mas Anahí tinha uma voz doce, talvez a mais bela jamais escutada por aquelas paragens, além disso, era rebelde como os da sua raça e amante da liberdade como os pássaros do bosque. 

Um dia foi feita prisioneira, mas valente e decidida, matou a sentinela que a vigiava. 

Nesse momento, ficou traçado o seu destino para sempre. Condenada a morrer na fogueira, na noite seguinte, o seu corpo foi atado a uma árvore da selva, baixa e de folhas largas.

Lentamente Anahí foi envolvida pelas chamas. 

Os que assistiam ao suplício, comprovavam com assombro que o corpo da rainha índia tomava uma forma estranha, e pouco a pouco convertia-se numa árvore esbelta coroada de flores vermelhas.

A lenda convertida em canção

Anahí...

as harpas doridas hoje choram harpejos que são para ti

Recordam talvez a tua imensa bravura rainha guarani.

Anahí,

indiazita feia de voz tão doce como o aguaí.

Anahí, Anahí,

A tua raça não morreu, perduram as suas forças na flor rubi.

Defendendo altiva a tua indómita tribo foste prisioneira

Condenada à morte, já estava o teu corpo envolto na fogueira

E enquanto as chamas o estavam queimando

Em vermelha coroa se foi transformando...

A noite piedosa cobriu tua dor e a alba assombrada

Olhou o teu martírio feito ceibo em flor.

Anahí,

as harpas, doridas hoje choram harpejos que são para ti

Recordam talvez a tua imensa bravura rainha guarani.

Anahí,

indiazita feia de voz tão doce como o aguaí.

Anahí, Anahí,

A tua raça não morreu, perduram as suas forças na flor rubi.

ANAHÍ (CANCIÓN PARAGUAYA)

(Lenda da flor do ceibo)

A 23 de Dezembro de 1942, o Poder Executivo Nacional da Argentina, através do Decreto Nº 138.974, consagrou oficialmente, o ceibo como Flor Nacional.

A.C.

14.11.2009